¿Cómo ser autoridad pedagógica hoy? Por Abigail Broggi 5º NAT 2009.               Es muy evidente que con el paso del tiempo el concepto de autoridad pedagógica fue cambiando. Hoy en día podemos decir que ésta se encuentra envuelta en una gran crisis, en la cual no interviene un solo concepto o campo, sino que influyen tanto factores culturales, económicos, sociales, como políticos. Por tal motivo se afirma que en la actualidad la autoridad se ha comenzado a cuestionar, el concepto que se tenia anteriormente de ésta ya no funciona,  y su devaluación o desvalorización da lugar a gran cantidad de interrogantes, con mayor énfasis todavía en el ámbito educacional, donde se ve como una necesidad repensar el concepto de ésta y si es necesario plantear modificaciones para que sea mas beneficiosa la transmisión a las siguientes generaciones, y de esta manera lograr que se legitime el concepto de autoridad pedagógica.             Al enfrentarnos con estas situaciones no debemos quedarnos cruzados de brazos, sino que la idea es tratar de formar un nuevo concepto de autoridad en el vínculo pedagógico, mediante la construcción de nuevas ideologías o pensamientos que permitan continuar con ésta figura de autoridad enfrentando a la crisis presente, ya que es sabido que no se puede educar sin autoridad.             Greco nos dice que “todo acto educativo implica un acto de autoridad”. Sí, es verdad que educar va de la mano con la idea de autoridad, educando debemos guiar u orientar,  hay que señalar caminos y ayudar a que los encuentren y, al mismo tiempo, se debe ayudar a que se desarrollen todas las potencialidades que llevan dentro los estudiantes. Se debe saber adaptar las técnicas pedagógicas a las diferentes edades, así como también el contexto social al que estos estudiantes se encuentran insertos. Cabe destacar que se le debe dar y no menos importancia que al resto, a la interacción con el alumno, la confianza entre alumno- docente, el escuchar sus problemas, tratar de comprenderlos y de el avance en el proceso de enseñanza.             “La autoridad es institucional”; Greco al decir esto plantea que la autoridad pedagógica no puede sostenerse de manera individual, todo lo contrario, la autoridad pedagógica es como una gran máquina, dentro de la cual hay miles de engranajes que funcionan juntos para lograr que el trabajo sea exitoso. Con esto nos damos una imagen visual de cómo los docentes deben realizar una tarea colectiva y social mas allá del trabajo individual, que a su vez debe realizar cada uno, para que la autoridad pedagógica funcione. En conclusión, podemos decir que ésta se sostiene básicamente con el trabajo en equipo.             Anteriormente di a conocer la existencia de una crisis de autoridad. Muchos filósofos trataron de explicar cual era el origen o las causas de dicha crisis. Uno de ellos es Faucault, quien posiciona al hombre moderno en un momento de quiebre respecto a la autoridad, cuya consigna era “no obedecerse mas que a sí mismo”. Ubica a la autoridad del lado de la razón, el maestro hacia “nacer en el niño al alumno”. Esta razón, en la actualidad también aparece cuestionada, ya que había propuesto un camino de progreso ilimitado que nunca fue concretado, por lo tanto la autoridad tiene problemas para ser reconocida.             “Sálvese quien pueda”, esa es la consigna del hombre actual (sujeto consumidor) según Castoriadis, ya que plantea que vivimos en tiempos de in-significancia, donde hay escasez de significados que nos den un mejor vivir juntos, se ha roto la identificación colectiva, que es lo que nos deja reconocernos no solo como seres individuales sino como un nosotros, en conjunto, y planear un futuro, afirma Silvia Blecihmar. Por su parte, Stiegler, habla de un tiempo marcado por el “sufrimiento narcisístico del nosotros”, con esto quiere decir que estamos en una época que es extremadamente individualista, donde no podemos hablar de un nosotros, y esto da lugar a cualquier tipo de transgresión. Thomas Hobbes postula “guerra contra todos”, frase motivada por no existir la idea de un colectivo social, que cuida y protege a todos por igual. Por eso dice Castel que previamente a la modernidad, la autoridad era imagen de una protección asegurada y por tal motivo uno era obediente.             Instantáneamente, luego de leer las causas que produjeron la crisis de la autoridad, notamos la coincidencia de todos los filósofos en la existencia de una modernidad totalmente individualista, en la cual la palabra “nosotros” o la colectividad está cada vez menos a la vista; solo importa el bien de uno mismo, y en consecuencia hay una unión social nula totalmente. Esto lleva a no necesitar obedecer a nadie debido a que la autoridad ya no asegura ninguna protección como lo hacia anteriormente.             Una de las preguntas que mayor importancia tienen, y que funcionan como eje para entender lo que es una autoridad pedagógica hoy, es si uno posee autoridad en si mismo o si uno ejerce la autoridad. Luego de haberse planteado estas preguntas, Greco, llega a la conclusión de que la autoridad pedagógica no es un sujeto aislado, la cual pueda ser recortada de la sociedad y analizada. Contrariamente, es lo que es al relacionarla con diversas nociones, y en una relación asimétrica entre diferentes sujetos. Para llegar a ser autoridad es necesario que alguien reconozca en determinada persona dicha autoridad, son los otros y no uno mismo el que se atribuye esta. Esta autoridad no se ejerce con una idea de superioridad sino con querer contar una experiencia, que logre beneficios en la otra persona. Tener autoridad no se logra por medio de la violencia ni por la fuerza, se logra ser una autoridad pedagógica siendo la principal base de apoyo del alumno, interesándose en este, para hacerlo “nacer y crecer”.             Con todo lo dicho, pensamos en como podemos adaptar el concepto de autoridad pedagógica en la actualidad, para q este sea nuevamente valorizado. Greco establece que una autoridad pedagógica debe transmitir su experiencia, pero permitiendo al alumno encontrar su propio camino para hallar su enseñanza. También es muy importante lograr “confianza instituyente” entre el alumno y la autoridad, lograr una asimetría, pero, dejar de lado la superioridad para así dar oportunidades al alumno. Debe no considerarse al alumno como inferior, ni tomar al saber como poder, un “maestro ignorante” enseña sin controlar la forma ni las palabras en que debe expresarse el alumno, sino que le da liberad para encontrar su camino. Una autoridad debe considerar la ignorancia en algunos casos como deseo de saber, un maestro que da lugar al crecimiento del alumno. El camino de enseñanza que tome deberá ser provisto en base al alumno. No debe ser una autoridad que intente dominar al alumno, sino que debe promover la liberta de este, su soberanía, una “autoridad emancipatoria”, debe considerar que la educación es obra del alumno que la realiza desde su situación igualitaria. Es de relevancia que tome al alumno como sujeto y no como objeto, donde su opinión es importante. No debe ser un lugar de enseñanza donde el alumno no pueda aportar, porque el docente deje todo dicho, llamado por Piera Aulagnier “violencia secundaria”. Kammer suministra la idea de que los adultos son “prestadores de identidad” que tienen la responsabilidad de hacer crecer. La autoridad debe hacer sentir al alumno útil, permitir la libre expresión de este, acompañarlo y movilizarlo a que se interese en el aprendizaje.    Decálogo para poder ser autoridad pedagógica hoy:   1)      Buscar las formas de enseñar, para promover el propio camino del alumno. 2)      No tiene que ubicarse en un nivel de superioridad. 3)      Debe hacer sentir al alumno que su opinión es importante. 4)      Permitir el despliegue de las habilidades de todos. 5)      Considerar al alumno como sujeto- palabra. 6)      No debe tratar de dominar al alumno. 7)      Ser la principal base de apoyo del alumno. 8)     Saber adaptar las técnicas pedagógicas a las diferentes edades. 9)      Debe ser una tarea colectiva y social. 10) Transmite su experiencia.